Caligrafía, lettering y tipografía: ¿Cuál es la diferencia?

Ya lo estuvimos hablando, la forma de comunicarnos ha cambiado a pasos agigantados estos años. Y con esos avances nuevos términos nacen y disciplinas que estaban olvidadas se remodelan para darles un nuevo uso.

Y con todos estos cambios, por supuesto, vienen las confusiones. ¡Pero qué haría yo, como profesora, si la gente naciese aprendida!

Tipografía, caligrafía y lettering, especialmente las dos últimas, pueden traer un poco de confusión y eso es porque aunque sean disciplinas distintas, tienen mucho que ver.

Caligrafía

La caligrafía seguro que no os viene de nuevas, pero no es simplemente escribir bonito, como mucha gente cree, en el sentido de la escritura cotidiana. Es una disciplina que requiere mucho trabajo, dedicación y que en paises como Japón y China se le presta especial atención.

En la caligrafía no sólo se trabaja la forma del trazo, también la velocidad y la presión. Es una disciplina siempre manual (aunque no siempre analógica), estohace que cada letra sea única e irrepetible.

 

 

En las escrituras caligráficas el adorno siempre está dentro del trazo de las letras, no se usan elementos externos como formas geométricas o marcos.

 

Lettering

Es muy común que se confunda con la caligrafía y es comprensible, ya que en ojos inexpertos pueden parecer muy similares, pero la hora de ejecutarlos, no tienen nada que ver.

A grandes rasgos, se puede decir que la caligrafía se escribe y el lettering se dibuja. Esto significa que la caligrafía es inmediata, una vez está escrito no se corrige ni modifica y eso es lo que hace los textos únicos.

Por otra parte, el lettering requiere un trabajo de diseño continuo, es fácilmente reproducible y alterable, además de no ser necesariamente manual.

Puede ser tanto una palabra dibujada manualmente a la que se le otorgan diferentes colores, bordes, difuminados, etc, hasta un título de un videojuego hecho cuadrado a cuadrado, es decir, pixel-art.

El lettering facilita el trabajo de otorgarle personalidad a los textos de tus diseños, ya que puedes crear cualquier tipo de fuente.

Con esta disciplina se crea muchísima de la cartelería y diseño de producto que vemos, ya que con la dedicación necesaria puedes conseguir que el texto refleje exactamente lo que tu marca quiere representar.

Tipografía

Tal vez te preguntas, ¿Y si el lettering es diseñar letras, qué es la tipografía?

Porque sí, la tipografía se diseña al igual que el lettering, pero en este caso, se busca la reproducción automática e inmediata. Son un conjunto de caracteres que se diseñan y programan con el objetivo de facilitar la escritura mecánica.

Como ya te comenté, la inspiración de las tipografías puede venir de muchas fuentes, pero al contrario que con los casos anteriores, no son diseños cerrados. Se elaboran con el objetivo de que terceras personas los utilicen en cualquier contexto y combinación, no sólo para determinadas palabras o frases como ocurre con la caligrafía y el lettering.

El problema suele venir cuando se diseñan tipografías con fuertes inspiraciones en determinado trazo tipográfico o un trabajo de lettering concreto. Hay casos en los que sólo viendo el resultado no podemos saber qué trabajo hay detrás de una palabra o frase, ya que las tipografías cada vez son más complejas y personalizables.

 

Espero que te hayan quedado claras las diferencias. Aunque a veces en el resultado son sutiles, son tres formas de trabajar distintas y requieren también habilidades que en algunos casos no tienen nada que ver.

Pero si sigues con dudas, estaré pendiente de la caja de comentarios para resolverlas 🙂

La clasificación tipográfica de Vox

Hoy en día hablar sobre tipografías feas, bonitas, mal usadas… es algo habitual, sobre todo teniendo en cuenta que cada vez nos comunicamos menos escribiendo a mano, o incluso verbalmente y hacemos uso de emails, mensajería instantánea, etc. Dependemos de cómo se plasman esas palabras en una pantalla cada vez más y por ello las fuentes tipográficas tienen cada día que pasa más importancia.

Han dejado de ser una cuestión de diseño artístico, publicitario o editorial a la que sólo los expertos le hacían caso y cada vez su estética es algo que se discute entre la gente que hace un par de décadas no le hubieran hecho el más mínimo caso. Existen miles de chistes sobre la Comic Sans, la Papyrus y ya se empiezan a vislumbrar los propios con la Arial. Y esto se debe a que el gran público ya sabe que no toda fuente vale para cualquier ocasión, del mismo modo que no hablamos igual en todos los ámbitos.

Pero mucho antes de que las tipografías fuesen un asunto de discusión pública, los especialistas ya discutían sobre sus características, uso y, lo que nos ocupa hoy, clasificación.

Por supuesto, hubo más de una clasificación, acuñar términos y sentar cátedra es algo que siempre le ha gustado a los señores serios.

Uno de los más populares fue Francis Thibodeau, que determinó una clasificación muy interesante basada en la evolución histórica y la relación entre el serif y las astas (los trazos verticales más largos, como en el caso de P). Pero la que voy a explicarte es la de Maximilien Vox, una clasificación exhaustiva que tiene en cuenta todos los aspectos de la tipografía y es la que usa la Asociación Tipográfica Internacional (ATypl).

¡Agárrate porque la lista no es corta!

Romanas

Humanas

Son las tipografías que se inspiran en la escritura de los humanistas. Con una fuerte influencia en las mayúsculas de los grabados latinos y con minúsculas cogen muchos aspectos de las escrituras carolingias.
Tiene trazos que recuerdan mucho a la escritura en pluma y un aspecto, como puedes suponer por su nombre, muy inspirado en la cultura clásica.

Las humanas se caracterizan por a penas diferenciar el trazo grueso y el fino, esto se ve especialmente en que la letra “A” es casi simétrica, dándole uniformidad a la tipografía. Otro de sus aspectos diferenciadores es el filete inclinado en la “e” y otras letras de caja baja, todas con ascendentes oblicuos y trazos terminales. Las de caja alta, por otra parte, tienen la misma altura que que las letras ascendentes (b).

Estas tipografías se suelen diferenciar por los trazos terminales muy marcados, como se puede ver en la base de la letra “T”.
Son, por lo tanto, tipografías de corte muy sofisticado y estable, que siempre dará un aspecto clásico.

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Garaldas

Llamadas así por Claude Garamond (seguro que os suena), son tipografías derivadas de las humanas pero quitándole más contraste a los trazos gruesos y finos.

Que estén basadas en las anteriores no significa que tengan los mismos rasgos. La “e” pierde su inclinación y las terminaciones de las letras ya no tiene ese aspecto de escritura con pluma. Esto hace que al perder algunos detalles en los remates, las minúsculas de palo alto lleguen a ser tener más altura que muchas mayúsculas.

Con las garaldas podemos transmitir el aspecto clásico de las humanas con una figura más atemporal, menos refinada y más equilibrada.

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Reales

Estas tipografías rompen con el clasicismo y la simetría de las anteriores perdiendo así el aspecto arcaico reminiscente del mundo latino.

Se empiezan a ver trazos finos mezclados con gruesos que terminan en detalles más angulosos. Además, los anillos (como por ejemplo en “o”, “g”, “d”, etc) tienden a la verticalidad, a veces total, a veces sólo parcial.

Al usar las reales darás un aspecto formal, aunque no tan clásico y refinado como en los tipos anteriores, sin olvidar que suelen ser tipografías muy legibles por el contraste entre los trazos y las terminaciones más dinámicas que hacen se canse poco la vista.

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Didonas

Mientras que las tres anteriores podríamos clasificarlas dentro del grupo de las tipografías tradicionales, Didot y Bodoni inauguraron las modernas con las tipografías que ahora llamamos didonas.

Las reconoceréis fácilmente por el fuerte contraste entre trazos gruesos y finos, además de su verticalidad y los serifados muy rectos y delgados.

A pesar de ser la primera de las modernas, puede resultar menos atemporal ya que la fuerte personalidad de las didonas remite rápidamente a la cultura decimonónica y da una imagen de elegancia y sofisticación. ¡Sólo tienes que mirar el logo de Vogue!

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Mecanas

Las mecanas (o egipcias) son las primeras tipografías nacidas tras la revolución industrial, diseñadas especialmente para rotulaciones y publicidad.

Tienen una presencia muy fuerte porque a penas presentan contraste entre los trazos, siendo generalmente muy gruesos. Este mismo grosor presentan los trazos terminales, por eso reciben el nombre de slab(losa/bloque)-serif, que verás que es más que merecido en la letra “A”.

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Lineales

Para terminar tenemos las lineales, o como las llamamos realmente, sans serif. Las fuentes de palo seco, como sería correcto llamarlas en castellano, se suelen dividir en:

Grotesque

Por supuesto, carecen completamente de remates, al igual que todas las sans serif. Existe un ligero contraste entre los grosores del trazo, aunque es muy sutil. Tiene vértices planos, como por ejemplo en “A” y además presentan a menudo (aunque no siempre) un ojal abierto en la letra “g”, como las mecánicas y la misma presenta una uña en la base de su contraparte de caja alta “G”.

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Geométricas

Las geométricas son tal vez las tipografías más comunes, ya que al estar contruídas basándose en líneas rectas y figuras geométricas básicas, facilitan mucho la lectura, además de tener un contraste entre trazos ligero pero suficiente para evitar la monotoneidad.

Al contrario que las grotescas, la “A” tiene un vértice puntiagudo y la “g” no ascendente.

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Humanistas

Son las versiones de palo seco basadas en las humanas y las garaldas, ya que están fuertemente inspiradas por la escritura de los siglos XV y XVI.

Se puede ver un contraste medio entre trazos gruesos y finos, aunque es sutil y se caracterizan por tener una “a” ascendente y una “g” descendente.

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El último grupo sería el de las tipografías de inspiración caligráfica.

Son menos usadas, ya que no tienen una lectura fácil, pero dotan de una personalidad muy fuerte a títulos y rótulos.

Las scripts son aquellas que pretenden similar la escritura manual caligráfica. Es la más variada, ya que hoy en día es muy fácil usar la escritura de una persona para crear su propia tipografía.

Las manuales en cambio, son las que pretenden simular una escritura real, muchas veces imitando las imperfecciones que pueden resultar por el uso de determinados materiales, como por ejemplo, un rotulador permanente. Al contrario que las script, no se inspiran en la escritura manual, sino que pretende simularla.

 

Aunque este artículo sea un poco más denso, espero que te haya servido para saber diferenciar los pequeños matices entre las tipografías y empezar a detectar dónde puedes verlos. Tal vez prefieras las «g» descendientes, a las de caja abierta, o puede que las A no terminen de gustarte si no tienen un pico. Dime en los comentarios si te ha servido para conocer mejor tus gustos o saber cómo transmitir la personalidad de una marca con sus tipografías, ¡tengo muchas ganas de leerte! 🙂

Font pairing: Cómo elegir la combinación de tipografías adecuada

Elegir las tipografías para tu marca puede parecer una tarea sencilla, basada en el gusto propio. Pero muchos diseñadores olvidan dos aspectos básicos para elegirlas correctamente: Que no importa lo que a ti te gusta, sino lo que es mejor para la marca y que las tipografías también deben tener una coherencia entre ellas.

Cuando elegimos unas tipografías debemos tener claro qué función van a tener, ya sea en una web, una tarjeta de visita, un flyer, etc, para saber con qué otra fuente vamos a combinarla.

La opción más común y sencilla suele ser elegir una tipografía serifada para una función en concreto (como el título) y sans-serif para el texto en sí. O viceversa si lo prefieres.

Algunas fuentes hacen este trabajo de combinación muy sencillo ya que tienen su pareja hecha, como es el caso de Merriweather y Merriweather Sans o Alegreya y Alegreya Sans. Aunque parezca una decisión simplista, eligiendo complementar la versión con serif con la sans nos aseguraremos de que las tipografías tengan coherencia entre ellas.

Tal vez decidas combinar dos fuentes de palo seco o dos sin porque crees que es el tipo de trazo que representa la imagen que quieres transmitir. Y no hay ningún problema con esto. Pero asegúrate de que tengan unos rasgos bien diferenciados eligiendo redondeces diferentes (fíjate en cómo trazan la O), la altura de la X o la condensación.

Me podrías preguntar: ¿Y si quiero una fuente más personal?

Font Pair al rescate

Muchas personas eligen una fuente display para los títulos y elementos especiales. Las tipografías caligráficas o con diseños conceptuales pueden ayudarte a evocar exactamente lo que deseas, pero es la contrapartida a la opción de Merriweather y Alegreya que te he dicho. Hay que pensar mucho más con qué la combinas.

Por eso usar tipografías incluidas en Google Fonts sin duda suele ser la mejor opción, ya no sólo por asegurarse de tener total compatibilidad y ofrecer la opción más accesible, también porque nos da herramientas tan útiles como Font Pair.

Puedes elegir los tipos de fuentes que quieres combinar y te da varias opciones para que escojas la que más se adapte a tu marca o simplemente para que te inspires entendiendo qué rasgos funcionan mejor entre ellos.

Eso sí, como todas las herramientas, ¡úsala con cabeza! Muchas veces, aunque te guste, una tipografía no ofrece una lectura cómoda. Es el caso de algunas displays y scripts, que no te recomiendo usarla en textos largos o incluso si el título va a ser extenso.

Como ves, tienes a tu alcance todas las herramientas necesarias para dar con las fuentes que mejor te representen. Pero si tienes alguna duda, algo que añadir o simplemente has encontrado esa combinación que necesitabas, estaré encantada de leerte en los comentarios 🙂

Un lunes cualquiera

No, no todas las semanas empiezan con un lunes maravilloso lleno de energía, un buen desayuno, ejercicio y meditación. No, no siempre todo es tan idílico.

Hay lunes en los que una mala noticia te llena de negatividad. Hay lunes en los que tocas fondo.

Ese fue el lunes de mi semana.

Este lunes hemos ido a la clínica donde mi pareja y yo decidimos hacernos el tercer tratamiento de fertilidad. Después de hacer y pagar un estudio de selección de esperma y un estudio DGP (análisis genético) pudimos averiguar que los embriones que generamos suelen tener aneuploidies complejas.

Sí, muchos habréis escuchado lo de “incompatibilidad genética”. No me gusta decir que Dani y yo somos incompatibles, ¿cómo puede ser que dos personas que se quieren tanto como nosotros puedan ser incompatibles?

Bueno, me costó un tiempo y ansiedad asimilar que después del tratamiento había un embrión neuploide (sano) al que llamamos Vikingo porque quedó congelado esperando su siguiente ciclo.

El día de la transferencia fueron todo nervios: que se descongele correctamente, que continue estando bien, que vaya bien la transferencia. Y todo fue bien. Hasta este lunes, cuando la prueba de embarazo nos dice que no se ha implantado correctamente.

Después de tres abortos espontáneos, creo que era la peor noticia que podíamos recibir. Nada nos hacía pensar que eso podría pasar. ¡Si he tenido que pasar por cuatro legrados en los anteriores abortos!, ¡¿cómo es posible?! Pero como siempre, no hay respuesta. No hay explicación.

Y estoy cansada de no tener explicación ni respuesta para lo que me pasa, así que después de la noticia, Dani y yo salimos a correr a la montaña. Fuimos a respirar. A volver a encontrarnos. Y así fue, no pienso terminar la semana como la he comenzado.

Ya no sé si quiero continuar pensando en mis hijos, creo que no. No por ahora. No he tirado la toalla, simplemente ahora no puedo dar mi 100% a esto como he hecho los últimos 6 años. Ya no puedo más. Quiero irme lejos y desaparecer. Dedicarme a mí y a mi pareja. Sí, quiero vivir, pero quiero hacerlo con todas las letras.

Mi año en Brand in a Bottle

A finales de 2016 mi amiga Carmen me comentó que quería crear una empresa con una chica americana que era muy maja. El objetivo era más o menos simple, ofrecer a los clientes todo lo necesario para lanzar su web en ocho semanas. Kay Fabella se encargaría del storytelling y el copy, yo del diseño de la marca y Carmen de crear la web. Sin que el cliente fuese a bandazos de un profesional a otro y creando para nosotras un ambiente de trabajo ideal.

No os contaría la verdad si dijera que me venía muy bien este nuevo proyecto. En esa época hacía malabares con mi tiempo, intentando compaginar mi trabajo en la universidad, dar clases en Idecrea y mis propios encargos. Probablemente el aceptar más trabajo no era la decisión más recomendable, pero menos mal que es la que tomé.

Desde ese momento no he parado de aprender. A trabajar de una forma diferente, a distancia, usando conceptos nuevos y muchas veces confusos, y sobre todo, aprendiendo sobre el trabajo de mis compañeras.

Durante estos meses he conseguido enamorarme de esta marca y he intentado transmitirlo en cada uno de mis diseños, ya que por suerte me ha hecho trabajar sin parar. Y digo por suerte porque a pesar de que la docencia es una de mis vocaciones, empezaba a ocupar gran parte de mi horario laboral en vez de compaginar éste con mi necesidad de crear.

Es toda una experiencia diseñar en un ambiente en el que sabes que se va a sacar el máximo partido a tu trabajo. Tener un mensaje claro con el que diseñar y ser consciente de que todo lo que crees va a ir a una plataforma hecha con mimo y teniendo en cuenta la visión que tú has plasmado en esa marca.

Trabajar en Brand in a Bottle

Muchas veces los diseñadores nos frustramos porque a pesar de poner lo mejor de nosotros, se ignoran las indicaciones que damos para el uso adecuado de los materiales. Luego terminamos viendo nuestro diseño en una web que no lo aprovecha, en tarjetas que no respetan las tipografías que tanto nos ha costado elegir, en banners que ignoran completamente la identidad de la marca…

Rodearse de profesionales que te entienden, te preguntan tu opinión sobre cómo usar adecuadamente los diseños y, en definitiva, crean una plataforma que te enorgullece mostrar no puede ser más satisfactorio.

Y esto se refleja en nuestro trabajo. Quiero pensar que de esto se da cuenta el cliente también, que en vez de confiar en que la persona que contrata para diseñar su marca entienda el mensaje que tanto ha trabajado ya con otro profesional y a su vez una tercera persona entienda el mensaje y la marca para plasmarla en la web, que el proceso sea simple. Creativo. Que todos los involucrados puedan dar su opinión, ser consultados.

Es genial haber aprendido nuevas formas de trabajar durante este año que llevo colaborando en Brand in a Bottle con Kay y Carmen. No sólo he crecido profesionalmente y he replanteado algunos aspectos de mi vida profesional (¡esta entrada es prueba de ello!). También agradezco tener la suerte de poder trabajar a diario con amigas. Los viajes para vernos y las risas en cada sesión de fotos.

¡Muchas gracias, bellas!

Las tendencias de diseño que más vas a ver en 2018

Ya tenemos aquí el nuevo año, y con él, a parte de los nuevos kilos vienen nuevos propósitos, nuevas ideas y nuevos proyectos en los que seguro, daremos todo lo mejor de nosotros para ayudar a tener un mundo mejor, o al menos más bonito. Para ello, vamos a repasar con algunos ejemplos las últimas tendencias -y las que se mantienen- en diseño gráfico a la hora de lo que crear una marca se refiere. Entendiendo como tendencia la repetición de soluciones similares ante un mismo planteamiento, que no la mejor solución. Así, a través de las partes que mayoritariamente componen una marca, veremos qué es lo que más se lleva, allá vamos:

 

COLOR

Negro vs. Blanco.

Destacan dos corrientes bastante diferenciadas: Por un lado sigue llevándose el negro puro, (o éste combinado con una tinta primaria o muy llamativa). Por el otro lado, los colores pastel desaturados, frecuentemente en forma de gradiente o degradado, con ausencia de negro para un mayor protagonismo del blanco que transmite vibración y movimiento.
La intensidad de los colores que veíamos a principios del 2017 continuará con su protagonismo durante estos próximos meses.

Consejo:

Apuesta por colores atrevidos. Arriesga con colores brillantes, con fuerza e intensos… ¡Busca los colores que menos veas en el mercado, y acertarás!

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FORMA

Regular vs. orgánica.

En cuanto a las formas, se puede distinguir una corriente sencilla, elegante y minimal, la del “menos es más”, donde todo queda encajado en un bloque puro, forma sencilla o primaria, buscando la contundencia. Ésta contrasta con las formas “vintage”, que tienden a crear formas mucho más asimétricas, dispares y con acabados artísticos, quedando la marca encajada en polígonos irregulares, pretendiendo dejar indiferente a quien la visualiza.

Consejo:

Olvida las premisas y adapta la forma de tu marca en base a su espíritu, ¡obtendrás un buen resultado seguro!

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TIPOGRAFÍA

Palo seco vs. Lettering.

Se llevan las tipografías gruesas, de palo seco, en mayúscula y -discúlpenme expertos tipógrafos- bastante espaciadas, buscando un impacto visual bruto y muy contundente.
Al lado contrario está en todo su auge el lettering, y todo tipo de letra realizada a mano, con lo que las marcas consiguen una percepción más íntima o personal por parte del cliente, transmitiendo artesanía o tradición en su mensaje. Además, continúa la tendencia de las letras incompletas, cortadas o con movimiento.

Consejo:

Evita utilizar fuentes tipográficas con muchísima personalidad que hayas visto ya en algunas marcas, revistas, webs… seguramente pasen de moda enseguida. ¡Sé tú mismo!

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SÍMBOLO

Sencillez vs. Vintage.

La sencillez ha sido siempre sinónimo de triunfo a la hora de crear una marca. Como llevamos viendo en los últimos años, todo ha tendido a simplificarse, y ahora aún más si cabe impulsado por el estilo “Flat design” o diseño plano, que se está empleando muchísimo en diseño web buscando comunicarse e interactuar con el cliente de la manera más sencilla y eficaz posible. Cabe comentar también que continúa el juego de los negativos y los dobles símbolos. La corriente opuesta se mueve más por un dibujo muy elaborado, con mucho detalle, y a veces combinado con texturas, al más puro estilo Hipster. Y es que como ves, lo hipster no pasa de moda, y si no, que se lo pregunten a los amantes de la cerveza.

Consejo:

No descartes el dibujo en una sola línea, ¡es una gran apuesta en estos tiempos!

Como has visto, hay varias corrientes en las distintas partes que componen una marca, por tanto y resumiendo: Contrastan el estilo rotundo con el minimal, el color negro con los gradientes, el “handmade” con la simpleza y todas las anteriores variables pueden ser válidas. Lo importante a la hora de diseñar una marca es tener en cuenta los valores que ésta represente y qué es lo que quiere transmitir, cómo quiere que la perciban… lo demás, vendrá solo y rodado. Y recuerda: ¡No te quiero cortar las alas! Los conceptos bien pensados y adaptados al espíritu de una marca te proporcionarán un exitoso resultado fiel y coherente.

¡Ánimo para este creativo 2018!

¡Felices Fiestas!

Este año ha sido un año de montaña rusa… pero ¡¿qué año no lo es?! Al final siempre andamos luchando por mil causas, intentando mejorar en todo, lo personal y lo profesional, poniéndonos retos y alcanzando metas poco a poco. Y el año pasa así de rápido.

Por eso, solamente quiero deciros GRACIAS a todos aquellos que dedicáis un ratito de vuestro día a enviarme un mensaje, a sacarme una sonrisa o echar un paseo por la web 😉

Os deseo lo mejor para el próximo año. O por lo menos, que disfrutéis del camino.

Modernidad Tipográfica: imagen y palabra

Este es el título de la exposición en la cual he tenido el placer de participar tanto en su diseño como en la organización, junto a un equipo de excelentes profesionales para los cuales sólo tengo palabras de agradecimiento: Rosa (MuVIM), Miguel, Bego, Jimena, José Luís, Toni, y alumnos y alumnas del MAG ¡GRACIAS! Con vuestra dedicación, vuestro esfuerzo y pasión pudimos disfrutar de una inauguración espléndida el pasado 15 de marzo de 2016.

Modernidad Tipográfica: imagen y palabra, es una exposición organizada por la Escuela Técnica Superior de Ingeniería del Diseño de la UPV y el MuVIM, que complementa la exposición La Modernidad republicana en Valencia. Innovaciones y pervivencias en el arte figurativo que se inauguró en el MuVIM el día 11 de febrero de 2016.

Modernidad Tipográfica: imagen y palabra, representa una visión de la morfología tipográfica y de la tipología de la imagen que nos llega a través de la diversa producción impresa en los años de la República, en la Valencia de 1920 a 1940.

La exposición está dividida por zonas. Esta división la podemos encontrar también explicada y definida en el catálogo correspondiente que tenéis a vuestra disposición en el Museo:

– Modernidad Tipográfica: imagen y palabras libertarias.

La modernidad nace de las ideas renovadoras y se expresa en los ámbitos sociales y culturales con la fuerza de los acontecimientos históricos que las enmarcan.

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«Letra A de la tipografía Eutopia, diseñada por Víctor Navarro Barba»

– Eutopia: imposible y deseable.
EUTOPIA es una tipografía potente, geométrica en su estructura, como otras muchas de las diseñadas en los años veinte, que resultaba, por su masa, idónea para carteles y titulares. En guerra se utilizó para indicar los refugios.

Grabado Modernitat Tipografica
«Piedra litográfica tratada. 1934. Imprenta Blai Bellver»

– Tipografía e ilustración. Un maridage cultural.
Clasificaciones tipográficas y técnicas de impresión de las ilustraciones, toda una evolución en procesos de producción que contribuyó a que la imagen al servicio de la publicidad y el cartel con sus exigencias tipográficas, iniciaran un feliz maridaje en beneficio de la cultura.

– Prensa: caleidoscopio de miradas.
En la exposición podréis observar distintos ejemplares que nos muestran cómo la labor de la prensa fue decisiva en la socialización durante esos años.

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– Caminos de la palabra.
Es el título que escogimos para la zona de lo que podríamos llamar «obra menor». Folletos, tarjetas, revista, etc, donde la presencia de la imagen de las portadas ganará en protagonismo y eficacia comunicadora. ¡Qué difícil fue escoger entre tanto material! Me encantaron las caricaturas de portada de La Novela Teatral…

– El libro: del muro a la casa.
En el diseño de las portadas fue donde la modernidad se hizo presente gracias a diseñadores como Amster, Renau, Monleón, Ballester… Hasta 20 ejemplares originales podéis ver dentro de las cajitas de metacrilato que diseñamos para su exposición.

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«Chibalete propiedad de José Martín Lorca, Martín Impresores»

– He aquí una imprenta.
Esta es la parte dedicada a la imprenta y a una de sus grandes defensoras, Beatrice Warde, de la que ya os había hablado en este post.

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– Los catálogos: vehículos comerciales.
Este título hace referencia a los catálogos de Gans, Blai Bellver y Ortega, cuyas reproducciones podéis ojear libremente.

El camino que va desde el diseño de una tipografía y de una imagen hasta el último receptor, pasa por la fundición, por la imprenta y por el cliente, y en cada caso el catálogo es el escaparate donde cada eslabón de la cadena podrá elegir, de acuerdo con sus gustos, intereses comerciales y posibilidades.

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– El cartel: un encuentro gráfico.
Siete carteles originales, de autores como Renau, completan uno de los muros de la exposición. En las cartelas que los acompañan disponéis de un análisis realizado según los conceptos del diseño gráfico como el color, la tipografía, la imagen y la composición.

En el cartel se concentran todos los estímulos para conseguir un efecto concreto, se produce un encuentro gráfico que, además del estímulo inicial de llamada, debe cumplir con la finalidad para la que se creó. De la palabra y la imagen es la responsabilidad de conseguirlo, por eso, al margen de excepciones puntuales, los buenos carteles son los que han sabido equilibrar el contenido tipográfico con el del imaginario colectivo más o menos consciente.


– Pan de oro.

Como conclusión de la exposición, este muro pintado con simulación de pan de oro, plantea una cuestión sobre la que os invito a reflexionar:

Que no se olviden los fundamentos tradicionales de la vieja imprenta, sin los cuales va a ser difícil consolidar unos parámetros aceptables para la edición digital.

¿Tú todavía no has ido a verla? Puedes disfrutarla en el MuVIM hasta el día 22 de Mayo de 2016. ¡Espero que te guste el amarillo tanto como a mí!

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¡Gracias por la compañía!

Fotografías de Daniel Gramage.
Textos de Toni.