Tal vez sea una de las partes menos apreciadas del trabajo de un diseñador, pero redactar un briefing que resuma correctamente lo que necesita el cliente y la visión de su negocio es casi tan importante como el diseño en sí.
Cuando tienes un encargo no estás creando para ti mismo, por eso es necesario que la comunicación con el cliente sea clara y no haya ningún tipo de confusión.
El briefing es el acuerdo que tú y tu cliente tenéis, la guía para que tengas claro en todo momento cómo proceder y cuáles son sus preferencias sin tener que consultar a cada paso que das.
Pero, ¿qué debe cubrir un briefing?, ¿cómo me aseguro de que teniendo solo este documento tendré claro en todo momento la dirección del trabajo? En primer lugar, recuerda:
No empieces a diseñar hasta que hayáis acordado el briefing.
Tal vez lo que tengas en tu cabeza, por muy genial que sea, no coincide con lo que el cliente tenía en mente o simplemente no refleja la identidad real de su marca.
Para asegurarte que os entendáis en todo momento, intenta que el briefing sea lo más conciso y simple posible, que no haya lugar a malentendidos. A veces puede ser complicado porque se necesite expresar conceptos complejos, pero es importante que le recuerdes al cliente que no se vaya por las ramas y diga solo lo estrictamente necesario.
Esto es fundamental tenerlo en cuenta cuando se trata también este otro aspecto completamente necesario del briefing: quién es el cliente ideal/público objetivo. Insístele en que sea preciso y no intente abarcar todo cuanto pueda. Cuanto más vaga sea la información que te dé respecto a su público, más difícil será acertar lo que necesita su marca y más probable será que te pida rediseño tras rediseño. Recuerda que el objetivo de este ejercicio es ahorraros tiempo a ambos.
Por eso, es necesario asegurarte de que un apartado tan crucial como es el objetivo sea claro y coherente. Nunca empieces a trabajar si no has entendido exactamente qué metas tienen para su marca, su negocio, su campaña, etc.
Cada diseñador o agencia tiene una forma de enfocar su briefing dependiendo de sus necesidades o forma de trabajar, sería muy difícil presentar un modelo que sirviera para todo el mundo. Pero hay una serie de aspectos que es imprescindible que abarques:
– Características del producto y su beneficio o su diferencia competitiva.
– El público objetivo.
– El mercado en el que se va a mover el producto o empresa.
– La competencia de la que te tienes que diferenciar.
– Los condicionantes o mandatories.
– El presupuesto del que disponen.
– Qué objetivos tienen.
– Qué valores quieren reflejar.
– El calendario o fecha límite que se han marcado.
A partir de ahí, puedes añadir cualquier aspecto que tú veas necesario abarcar: Qué referentes tienen, qué creen que hace a su marca única… ¡Tú eliges! Recuerda que cuanto más entiendas a tu cliente, más fácil será trabajar con él y menos tiempo perderéis.
¿Te ha quedado alguna duda? ¿Tienes algún secreto para que tus briefings reflejen exactamente lo que tu cliente necesita? Te espero en los comentarios 🙂