Es pot xafar la línea

Nueva obra y nueva exposición en el MuVIM. Podéis “pisar la línea” en la Sala La Torre y adentraros en el mundo de la experimentación tipográfica.

Un año más, la pared de la Sala La Torre del MuVIM se llena de obras donde los trazos ascendentes y descendentes de las letras “pisan” las líneas de referencia tipográficas, donde los artistas han experimentado “subiendo y bajando” por el diseño de las letras, interpretando el concepto de “pisar la línea” con la musicalidad de los trazos a través de cualquier técnica. 

Sobrepasar la línea base, huir de la línea media, atravesar la línea de ascendentes, bloquear la altura de mayúsculas o seccionar la línea de descendentes… Veréis que en esta exposición todo está permitido. Hemos experimentado con las formas de los caracteres más allá de las normas tipográficas, reivindicando la apariencia formal de la tipografía y su participación en el mundo del diseño y el arte. Todo ello con el fin de descontextualizar lo común, evitar la lectura convencional y acercarnos a lo puramente visual en el uso de los signos tipográficos.

Compartiendo pared con grandes profesionales como Gimeno Gráfic, Suc Estudio, Andreu Balius, Estiu, Diego Vainesman o Boke Bazán, y compañeros del Máster Artes Gráficas como Jimena González-del Río, Olga Ampuero, José Armijo y Begoña Jordá, os presento mi obra titulada “¡Rrrrruuuuuum! ¡Grrrrrrrrrrrrrrruuuu! ¡RRRRRRRRRRRROAR!”.

Obra Rrrrruuuuuum by Nereida Tarazona
¡Rrrrruuuuuum! ¡Grrrrrrrrrrrrrrruuuu! ¡RRRRRRRRRRRROAR! By Nereida Tarazona

Mi madre siempre me recuerda que de pequeñita pronunciaba con mucho ímpetu la letra erre. En todas las palabras que contenían ese sonido, aunque quisiera decir un “pero” que se terminaba convirtiendo en un “perro”. Ahora soy yo quien gruño y río contigo a carcajada limpia. Ahora pronuncio esa erre con fuerza, simulando un dinosaurio abriendo la boca, dispuesto a comer a su presa, o un coche en marcha por caminos de curvas. Y soy feliz volviendo a la niñez. Y soy feliz compartiendo la tuya. He roto mis propios esquemas. He roto con lo que me lo impedía todo. Me he roto y me he recompuesto. Pisa fuerte y segura, mi pequeña gran revolución.

Recuperando viejas pasiones y encontrando nuevas

En el anterior artículo te hablé sobre el trabajo que tenemos que hacer cuando nuestra mente no funciona como debería. Y es una posición en la que a nadie le gusta estar, pero una vez allí, somos capaces de salir mejor de lo que hemos entrado.

Algunos de esos pensamientos que te comenté no sólo pueden hacer que nuestra salud mental se resienta. Nos pueden afectar de forma más sutil. Poniendo límites a lo que creemos que somos capaces de hacer y haciendo que se nos olvide por qué seguimos haciendo lo que nos gusta.

En mi caso, dejé de tocar el piano hace demasiado tiempo. Siempre ha sido algo que me ha motivado y de lo que he disfrutado, pero puse demasiadas cosas por delante y lo abandoné hasta convencerme de que era tarde para volver a tocarlo.

Puede que por el trabajo, por nuestras obligaciones, dejemos de lado lo que disfrutamos hasta ni siquiera recordar en nuestro día a día que lo hacíamos. Se queda en un hueco al fondo del cerebro diciéndonos “Tú antes solías hacerlo.” y se transforma en algo negativo, en un sentimiento de culpabilidad en vez de un recuerdo positivo.

Por suerte para mí (y para ti si es tu caso), la solución es muy sencilla: ¡Volver a tocar el piano! Ignorar el no tengo tiempo, el ya no sabré hacerlo y simplemente ponerse a ello.

Pero estos pensamientos negativos no sólo te obligan a dejar de lado aquello de lo que disfrutas, también simplemente te impiden hacerlo en primer lugar.

A mí se me metió en la cabeza que no sabía dibujar. Que era algo para lo que no servía. Y aquí sí es importante aceptar que tal vez sea verdad. Puede que yo no sea la mejor dibujante que ha existido, puede que estés por debajo de la media haciendo algo que te apetece. Pero, ¿y qué? No podemos dejar de lado nuestras aficiones, hobbies, lo que disfrutamos, simplemente por no ser los mejores.

Cuando tienes una profesión creativa se te mete en la cabeza que si no puedes ganar dinero con ello, vale la pena centrarse en tus talentos que realmente vas a poder capitalizar. Yo me centré en el diseño dejando totalmente de lado el dibujo, aceptando que simplemente, no era algo que podía hacer bien. Ese pensamiento hace que nuestro mundo y nuestras posibilidades se estrechen. Y que cuando algo falla en aquello que teníamos por seguro, todo se derrumbe.

Puede que nunca sea la mejor pianista o dibujante que exista. Poco puedo hacer yo al respecto. Pero lo que sí puedo hacer es que esos aspectos de vida dejen de ser límites o pensamientos negativos para ser una válvula de escape y una fuente de diversión.

Estoy segura de que tú también has pensado lo mismo, te ha dado miedo empezar algo o retomarlo porque crees que no podrás, pero te aseguro que si dejas de centrarte en cómo se te da y te centras en cómo te sienta, pensarás que tendrías que haber empezado (o vuelto) antes 🙂

Siemprecreando en Tipos-Gráficos

El pasado jueves 25 de junio fue la inauguración de la exposición Tipos-gráficos en el MuVIM, organizada por los alumnos del Master en Artes Gráficas de la UPV. No pude asistir a la inauguración, ¡pero no me lo podía perder! así que fui esta semana, rodeada de buenos amigos, a los que ahora les debo una cerveza…

Una exposición en la que he tenido el placer de participar con una de las imágenes del proyecto personal de la marca siemprecreando.info: una fotografía del proceso de creación de letras en tres dimensiones mediante la técnica de recorte de papel. Una idea surgida a partir del taller de Lobulo en domestika.org. Convertir la Franklin Gothic en letras corpóreas… ¡todo un reto!

Aquí tenéis alguna imagen más del proceso, gracias a Daniel Gramage, mi compañero de viaje.

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